lunes, 24 de enero de 2011

"Ser curandero en Uruapán..." otro texto de la Biblioteca del Colectivo


Teresita de Jesús Ruiz Méndez
Ser curandero en Uruapan
El Colegio de Michoacán-Instituto Michoacano de Cultura, México, 2000

Ser curandero comprende dos momentos importantes: uno que se refiere a la autoconstrucción, es decir, al aprendizaje, a la observación, al ensayo y al erro constante que por generaciones le ha dado cuerpo a la curandería. Y un segundo momento tan importante como el primero es el que trata de la construcción social, de ese reconocimiento como “sabedor” por parte del vecino, del pariente, del amigo que requiere sus servicios y que deposita en él cierto grado de fe y de esperanza para que aleje ese mal aire, que despegue ese empacho o levante esa mollera.
Ser curandero es aprovechar los recursos naturales que se tienen a la mano, interpretar sus formas y sus ciclos para aplicarlos como remedios de acuerdo con las mismas formas y ciclos de las enfermedades. Finalmente, implica enfrentar –y aprender de ellas- a esas nuevas enfermedades, a esas nuevas medicinas. En fin, ser curandero en Uruapan es, en algunas ocasiones, enfrentarse al mismísimo Diablo.
Teresita de Jesús Ruiz Méndez nació en Uruapan. Obtuvo el grado de Bióloga en la UMSNH, con la tesis “Contribución al conocimiento de las plantas medicinales de una región de la costa michoacana”. Recibió el grado de maestra en el Centro de Estudios Rurales de El Colegio de Michoacán con la tesis “Ser curandero en Uruapan, Michoacán”.